lunes, 31 de mayo de 2010

de pronto todo se volvio oscuridad, mi cuerpo luchaba por levantarse pero ninguna de mis extremidades parecía responder. Escuche a lo lejos los gritos desesperados de ariana. Lentamente mi conciencia se fue sumergiendo en un pesado aletargamiento. Un líquido cálido escurría por mi frente. Todo estaba desapareciendo la realidad se transformaba... era acaso esto un sueño?

-El sujeto prueba falló.
-Le dije que debía esperar un poco a la versión beta.
-Que importancia tiene al final es solo un chiquillo.
-Un chiquillo que casualmente tiene...
-Espera está despertando.

Abrí mis ojos lentamente, frente a ellos una luz cegadora. Me preguntaba donde estaba, quise hablar pero el recuerdo del aullido cortó mis intenciones. Cerré mi boca, intenté moverme, pero unas correas de acero me lo impedían. Ví a dos ancianos contemplandome mientras escribían con velocidad increíble alguna especie de bitacora.

Aún no decifraba que eran aquellas luces q había visto. Alguna especie de máquina talvez, la cuestión circundaba mi mente como un fantasma.

-Parece conciente.
-Pero no responde a los estímulos.
-Que extraño nunca había visto algo así.

De pronto al final de la habitación vi a una chica su mirada indiferente reflejaba frialdad. Ella lucía una armadura más bien ligera de color negro. Su cabello caía hasta su cintura, ella lo cepillaba con sus manos ensangrentadas en un intento vano de limpiarlo. En la escena resaltaban sus ojos de un azul gélido. Seguí su mirada y encontre a Ariana encadenada a una cruz de acero, sus manos perforadas, su rostro manaba sangre, sus piernas moradas ante la presión de las cadenas.

Mi vista se nubló, grité con la esperanza que mi aullido fuera una advertencia clara. Quería su muerte, quería su dolor. Un grito infantil de mi familiar voz humana fue lo unico que escuche en la habitación. Mi cuerpo se convulcionaba con rabia quería transformarme pero no podía, los ancianos continuaban haciendo notas.

-Vaya si que tiene caracter este niño.
-Interesante comportamiento.
-Leliel saca al chiquillo de aqui.

La chica, Leliel, se movió al fin, toda la sombra de la habitación se fue caumulando a sus pies. Esta formó una forma caprichosa parecida a un par de alas negras. Desde el suelo comenzaron a subir garras de oscuridad la habitación completa se tornó oscura dejando como unicas luces aquellas centellas de azúl invernal. La figura de Ariana desapareció completamente. Un miedo terrible invadía mi ser q sería de mí.

Solamente un pensamiento cruzaba mi mente, Ariana resiste hasta que pueda matar a esta tal Leliel, yo te protegeré se fuerte... se fuerte...

domingo, 2 de mayo de 2010

Mi aspecto no era el mismo. Mi forma de ver las cosas era distinta.
Había sonidos nuevos, cosas que nunca había escuchado tan fuerte. Muchos olores inundaban mi nariz, pero uno familiar capto mi atención.
Ariana, seguía cerca de mí, inconciente.
No podía dejar que me viera asi.

Intente correr pero el cambio de largo de mis patas me hizo tropezar. El ruido la despertó.

Oh no, no podía dejar que me viera así!
La primera vez que hablábamos y ya iba a pensar que soy un monstruo! Ya empezaba a buscarme.
La adrenalina corrio por mi cuerpo, invadiéndolo. Me pare de nuevo, y corrí como loco.

Nunca me sentí tan afortunado de vivir en una ciudad tan poco urbana. El jardín de casi todas las casas se conecta al bosque, al cual llegue sin darme cuenta. Era como si mi cuerpo hubiera sido controlado por alguien mas.

Al sentirme seguro de nuevo me tranquilice y tropecé de nuevo.

"Maldita sea!" grite, pero todo lo que salio fue un aullido furioso. Porque justo hoy tenia que pasar esto?! Quien era ese cuate que apareció frente a mí?

Entonces, escuche un sonido. Un chillido espeluznante.
Voltie rapidamente y vi unas peque;as luces azules, como luciérnagas. Se veían borrosas, pero verlas me lleno aun mas de terror. Esas eran las que emitían aquel horrible sonido.
Y antes de poder hacer algo me dí cuenta que estaban rodeándome.